El sonido eterno de “Serpientes sobre ruedas”
- Kenia Morales
- 5 ene 2018
- 3 Min. de lectura

Aunque la frase “Serpientes sobre ruedas” nos remita a varias cosas como a un juego de mesa tiene un gran significado para el rock hecho en México, a lo que te invito descubramos juntos en estás líneas desnudando los ayeres del audio.
Resulta que a mediados de la década de los noventa algunas escuelas públicas principalmente de la UNAM organizaban tocadas (conciertos) de música en las instalaciones de sus planteles escolares, por lo que al ser estudiante de nivel bachillerato fui inducida a esta costumbre mística cargada de rituales que comulgaban en el vibrar y energetizar un poco con un mucho del rock en español que sonorizaban bandas como: El TRI, Botellita de Jerez, Caifanes, Maldita Vecindad, La Lupita y La Castañeda, La Cuca, Café Tacvba, Santa Sabiana, Tijuana No, Víctimas del Dr. Cerebro y Fobia; donde aún de las diferentes personalidades y formas, era una fraternidad que generaba un vínculo; al ser seducidos por el sonido básico del rock con ensamble de ritmos latinoamericanos. Bajo tal audio se fijó el precedente que en 1998 vio surgir al Vive Latino, para esas fechas mi escucha se alimentaba del Grunge y Heavy Metal de tal forma que con mismo ritmo continúe para recibir al nuevo siglo, pero siempre en el escucha se mantuvierón las piezas fundamentales del rock en español, pues ya forman parte del ADN.
Así hasta el correr de esté 2017 en el que hundida en la gran urbe en el andar del día a día me encontré a un amigo al que veinte años nos habían separado, este reencuentro nos llevó a encontrarnos con Caifanes en su no tardío primer concierto en el zócalo capitalino enmarcando la celebración de tocar 30 años pa´la raza; así entre plática y plática, vibrando desde Viento con su...tiempo detente en muchos años y deleitar Antes de que nos olviden para guardar en un Cuéntame tu vida, recordando a la olvidada Metamorféame y dar paso al Dejá vu de Matenme porque me muero, hasta dejarse llevar con los primeros acordes de la cumbia hecha rock de La Negra Tomasa; bajo esté sonido mi amigo me aclaró que dichas tocadas noventeras llevaban el nombre de “Serpientes sobre ruedas”. Al día de hoy en que nunca es tarde, indagando en la matrix encontré lo que en su momento había atestiguado pero sin conocimiento de causa, “Serpientes sobre ruedas”, fue un encuentro de rockeros que hicieron de la música un vínculo con el activismo social, animados y sensibilizados por el levantamiento del EZL el 1o de Enero del 1994 abrazarón la causa a tráves del rock haciendo de las tocadas el punto de encuentro para recaudar vivires y llevarlos a las comunidades indígenas así;Los jóvenes aprendierón a comunicarse a través de la palabra que estaba desprestigiada”- Subcomandante Marcos, EZLN.
Recordando una mis intervenciones con Los bizcochos de las 8 hace un par de meses en que comentamos del estado actual del rock en México y su vínculo con el activismo y conciencia social, he de precisar que mucho se ha difuminado y hasta borrado ya que una de sus mayores desarrolladoras, Rita Guerrero vocalista de Santa Sabina falleció a causa de cáncer en el año 2011, toda vez que muchos de los integrantes de las bandas que dieron forma al movimiento noventero iniciaron proyectos individuales que los llevaron por diferentes rumbos, aún de que se mantienen vigentes en la música su activismo se ha reservado a la individualidad a la que se sumaron las bandas que les siguieron en la escena como: Molotov, Panteón Rococó y hasta Zoé.
Pero esa fiebre, energía y sensibilización que se despertó en la década de los 90´s gracias al rock hecho en México y que conformó el colectivo “Serpientes sobre ruedas” teniendo como único protagonista el activismo, no se ha vuelto a repetir, quedó detrás de reflectores, egos y de las redes sociales que en un acercarnos nos separan y despersonalizan. En conclusión el haber pertenecido a esta generación en la que un sonido en vivo y directo nos educaba a una causa social, me hace afortunada y me obliga a poner mi aporte en el transmitir que el rock construye, educa y transforma; un claro ejemplo soy yo, que a mis cuarenta años sigo aprendiendo de el. Eternas gracias a mis generacionales por acompañar al vivir.
@KeniaMetztli
Commentaires